¿Es nuestra naturaleza ?
Podemos pensar que la violencia, la agresividad y la guerra están tan relacionadas con el hombre que parecieran no tener remedio, esto hace que sea difícil educar en una cultura para la paz. De esto ha surgido la pregunta, ¿el hombre es agresivo por naturaleza?, científicos en una reunión llegaron a la conclusión de que no somos violentos por naturaleza, la naturaleza no tiene por qué ser nuestra, sino que la cultura nos confiere la capacidad de moldear y transformar nuestra naturaleza de una generación a otra.
No podemos decir que el hombre que provoca una guerra es por su naturaleza o porque tiende a ser violento, más bien tenemos que enfocarnos en los motivos reales, a lo largo de la historia, las guerras más sangrientas han sido por poder, por expansión o por seguridad y no porque el hombre “quiera jugar a la guerra”, aunque muchas veces pareciera así.
Si lo bajamos de nivel y lo situamos en nuestro país, pareciera que el narcotráfico y el gobierno juegan a la guerra y más que eso, buscan intereses que a cada uno beneficie.
Creo que debemos de saber arreglar los problemas de mejor manera, no tenemos que utilizar la violencia pues, si se sabe que el hombre busca estar en sociedad y que al estar dentro de ella vive en libertad sin afectar la libertad de los demás, educar en la paz sería la forma más adecuada para mostrar al mundo que la violencia no es la solución.
Educar tanto de manera intelectual como a nivel sentimental, será una gran ventaja, ya que no sólo se ubicará en la mente, sino en la formación de individuos que vivan la cultura de la paz.
Si empezamos a educar al ciudadano en la cultura de la paz, éste a su vez, educará a sus hijos, y éste a los suyos; la educación se extenderá en generaciones y hablar de esto es cambiar todo un contexto establecido pero, si no nos atrevemos a modificar lo que tenemos para evitar la violencia, no sé, qué más podemos hacer; el cambio está en nosotros y en empezar con nuestra sociedad.
El enorme potencial creador del ser humano reside en que, a diferencia de un insecto encerrado en una botella, sabemos que los límites que nos circundan son de nuestra propia invención y que por consiguiente podemos trascenderlos e incluso derribarlos para siempre (Mayor Zaragoza, 1994: 29)
Que tal
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo cuando mencionas que el cambio realmente está en nosotros ya que tenemos un enorme potencial,tanto para construir como para destruir, pero realmente yo me pregunto, observando todos los hechos que acaecen en la actualidad ¿se puede hacer algo para detener el flujo de violencia generada por el hombre a lo largo de su existencia?
No es que quiera yo parecer pesismista ni algo similar al plantear esta pregunta, me baso en ciertos fragmentos de libros que he leido de filosofos como Platón o Aristoteles.
Platón nos dice que el ser humano por naturaleza siempre sera bueno y perfecto, y todo lo que éste haga en su entorno tenderá a beneficiarlo a él y los que lo rodean. Aristoteles por su parte menciona que el hombre por naturalez es perverso, codicioso, y siempre intentará tener más que los demás y ser mejor que los demás, aunque eso implique destruirlos; en base a esta forma de pensar, Tommas hobbes recitó su famosa frase es su libro el Leviatan "El hombre es el lobo del hombre". ¿realmente ésto es cierto? Aveces me gustaria aceptar la filosofía de Platón, pero tal pareciera que los hechos actuales demuestran todo lo contrario. Todo depende de nosotros hacer la Tesis de Platón una realidad.